UNICEF destaca que es una tarea pendiente la garantía del acceso a la educación a todos los niños y niñas del planeta.
La Convención sobre los Derechos de la Infancia, aprobada en 1989, es el tratado internacional más ratificado en la historia. En su artículo 28, se enfatiza el derecho a la educación de los niños y niñas, el cual debe ser ejercido en igualdad de oportunidades.
Sin embargo, a medida que los niveles de desigualdad en el acceso a la educación aumentan, los niños y niñas más vulnerables enfrentan mayores dificultades para asistir a la escuela y quedan rezagados en comparación con sus compañeros.
En este contexto, la brecha de acceso a la educación se evidencia en aquellos niños y niñas que viven en áreas rurales, situaciones de pobreza, sin acceso a internet o electricidad, sin apoyo familiar en la educación y aquellos con discapacidades. Lamentablemente, la mayoría de los niños y niñas que no tienen acceso a la educación se encuentran en países de bajos o medios-bajos ingresos, representando aproximadamente el 90%.
Actualmente, se estima que 244 millones de niños y niñas en todo el mundo están fuera de las aulas, privados de la oportunidad de avanzar en su aprendizaje. África subsahariana sigue siendo la región con la mayor cantidad de niños y jóvenes sin matricularse en la educación, con 98 millones de ellos negados del derecho al acceso educativo. Además, esta región experimenta un aumento en el número de niños sin escolarizar, ya que la tasa de desescolarización disminuye más lentamente que el crecimiento de la población en edad escolar.
La situación también es preocupante en países como Nigeria, donde se estima que 20,2 millones de niños y jóvenes no asisten a la escuela, en Etiopía 10,5 millones, y en la República Democrática del Congo y Kenia, 5,9 millones y 1,8 millones respectivamente. La región de Asia Central y Meridional también enfrenta un desafío significativo, con 85 millones de niños y niñas en edad escolar que no están matriculados. Consulta la noticia completa aquí .
En el caso de Canarias, se reconoce que existen desafíos en términos de desigualdad infantil. Factores como la pobreza, el desempleo, la falta de acceso a servicios básicos y las diferencias socioeconómicas pueden contribuir a la desigualdad en el bienestar y las oportunidades para la infancia de nuestro archipiélago.
Para garantizar el acceso a la educación de todos los niños y niñas del planeta, es fundamental un enfoque integral y coordinado que involucre a todos los actores relevantes. Las autoridades educativas deben fortalecer los sistemas de identificación y atracción de los niños fuera de la escuela, al mismo tiempo que se implementan estrategias para retener a aquellos en riesgo de abandono.
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