¿Sabías qué desde el 2020, el primer jueves de noviembre se celebra el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, incluido el ciberacoso?

Este día fue proclamado por la UNESCO con el objetivo de concienciar, y el sueño de poner fin de una vez por todas, a este tipo de violencia que afecta a la población infantil y juvenil a nivel mundial y que provoca graves daños físicos y emocionales en los niños, niñas y adoslecente que la sufren.

La infancia es una época de inocencia, en la que los niños deben poder jugar y ser niños y niñas sin tener que preocuparse por nada. El hostigamiento permanente de una o más personas hacia un o una estudiante, sean agresiones verbales o físicas y sin haber una causa aparente, se considera bullying.

La principal diferencia entre el acoso y el ciberacoso es el medio de comunicación. Las y los acosadores cibernéticos a menudo usan las redes sociales y los mensajes de texto para avergonzar, humillar, acosar o amenazar a sus víctimas y llegan a un público más amplio a través de sus actividades en línea y esto puede tener consecuencias más graves para la víctima.

Lamentablemente, ambos casos se repiten en muchos países del mundo. Tal es así que ha sido reconocido por las Naciones Unidas como uno de los problemas más apremiantes que enfrenta la humanidad hoy en día, con más de 100 millones de niños y niñas expuestas a la violencia a diario.

Para conmemorar este día, debemos tomarnos un momento para pensar en las personas que son víctimas de este tipo de violencia y bullying y reflexionar sobre cómo podemos contribuir a reducirlo.

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