Unicef Canarias y psicólogos especialistas en atención a la infancia migrante han instado a aumentar los recursos, especialmente humanos, y a mejorar la coordinación entre administraciones y actores involucrados en el cuidado de la salud mental de las niñas y niños migrantes y refugiados.
En una jornada de formación sobre salud mental e infancia migrante y refugiada realizada en la Casa de África en Las Palmas de Gran Canaria, la responsable regional de Unicef, Rosa Gloria Suárez, destacó la importancia de que los profesionales tengan una visión transcultural para brindar una atención adecuada a las y los menores.
Suárez subrayó que las acciones deben ser eficaces y estar bien coordinadas, ya que los niños y niñas migrantes y refugiadas vienen de situaciones de sufrimiento y mayor vulnerabilidad, con carencias afectivas y antecedentes de conflictos bélicos y climáticos.
La responsable de Unicef Canarias también señaló que los psicólogos de los centros de acogida se encuentran saturados debido a las situaciones cambiantes, y lamentó que algunos niños y niñas sufran desplazamientos continuos entre centros.
Durante la jornada, Francisco Collazos, coordinador del programa de psicología transcultural del Hospital Vall D’Hebron de Barcelona, advirtió que las experiencias potencialmente traumáticas exponen a las y los menores a trastornos mentales de cualquier tipo. Destacó la importancia de la intervención preliminar para prevenir y promover la salud mental de los niños y niñas migrantes.
Collazos también mencionó la falta de medios materiales y la ineficiencia de ciertas fórmulas en la atención a estos niños y niñas. Sugirió avanzar hacia un sistema más integrador y coordinado entre diferentes actores, especialmente profesionales y asociaciones en el terreno, con equipos interdisciplinarios.
Borja Fernández, psicólogo de la asociación Quórum Social, que trabaja con menores migrantes en Gran Canaria, afirmó que la diferencia entre un menor cuya salud mental ha sido atendida adecuadamente y otro que no ha tenido esa suerte es abismal.
Fernández destacó que los migrantes suelen tener una resiliencia mayor para enfrentar los desafíos, pero instó a no olvidar la individualidad de cada menor y a mejorar la coordinación, especialmente en el ámbito educativo. También mencionó que el tema escolar es un punto conflictivo, ya que muchos son expulsados por problemas de conducta, lo cual marca una diferencia significativa para ell@s.
Aunque la situación de los recursos de atención a menores migrantes en el archipiélago ha mejorado, la falta de medios continúa siendo un gran problema. A pesar de que el Servicio Canario de Salud tiene un plan ambicioso de salud mental, su ejecución ha sido poco efectiva, según Suárez.
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